2014-11-09

LOS RETOS

Retos como punto de partida para los proyectos: challenge-based learning

Una manera interesante de organizar nuestro proyecto es en torno a un reto, como propone el Challenge-based Learning.
 Reto
Imagen: Dru! con licencia CC by-nc 2.0
Con frecuencia nuestros estudiantes se enfrentan a retos en su vida: superar un nivel determinado en un vídeo-juego, aprender a montar en bici, recoger un número determinado de tapones de plástico paa conseguir dinero para una causa humanitaria o tocar un complicado riff con su guitarra eléctrica. Movilizar la energía puesta al servicio de este reto es también el objetivo del Aprendizaje basado en Proyectos.
El punto de partida es una gran idea. Esta idea permite el debate y genera implicación del alumnado a partir de su visión personal sobre la idea en cuestión. Este debate se canaliza hacia la elección de una pregunta fundamental de la cuál obtenemos el reto, una propuesta de actuación concreta para dar respuesta a la pregunta fundamental. A partir de aquí comienza una doble labor: encontrar respuestas a las preguntas que genera el reto y poner en funcionamiento las actuaciones que éste implica. Garantizamos así tanto el trabajo cognitivo-académico como la acción local en el entorno propio de los estudiantes.
El proceso de evaluación, en este sentido, es mucho más que una evaluación final: consiste en tomar el pulso al proyecto, valorar si se están encontrando respuestas satisfactorias a las preguntas y si las actuaciones representan una solución eficaz al reto propuesto. Para ello es necesario considerar el uso de mecanismos cuantitativos (encuestas, cuestionarios, etc.) y cualitativos (entrevistas, análisis de documentación) para valorar la eficacia y el éxito del proyecto. Por ello, el uso de una rúbrica y de un portafolios (en línea, si es posible) se convierten en herramientas fundamentales del proyecto.

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