INTRODUCCIÓN
ÁMBITOS CLAVE DEL PLAN TIC
A lo largo del curso hemos ido definiendo:
nuestro rol,
los diferentes elementos (físicos y de contenidos) necesarios para poder introducir y consolidar las TIC en el centro,
la difusión externa y
los estilos didácticos que se entretejen en este cambio tan importante dentro de nuestra forma de funcionar a nivel profesional.
Pero hasta ahora no habíamos entrado en el elemento clave, estratégico, que nos permitirá desarrollar y consolidar con éxito todo lo que hemos ido conociendo y “soñando” para el futuro de nuestro centro: la capacitación e implicación de nuestros compañeros docentes, el equipo que nos llevará al éxito, al fracaso, al crecimiento sostenido o al estancamiento.
Si analizamos cualquier plan coherente de introducción de las TIC en un centro veremos que pasa, necesariamente, por organizar y coordinar tres aspectos claves:
1. Contar con la infraestructura necesaria:
ya sea de elementos hardware,
software y
resto de equipamientos.
Sin la base tecnológica el proyecto no puede realizarse. Sin medios diríamos que no hay nada que hacer, ya de entrada. Es un elemento “sine qua non”.
2. Disponer de los recursos educativos, es decir:
sin una base de contenidos y experiencias educativas definidas para utilizar las TIC en contextos de enseñanza-aprendizaje curriculares y para-curriculares, el proyecto no podrá funcionar. Es la famosa pregunta sin resolver que se vive en algunos centros de ¿ordenadores para qué? Si no se pueden utilizar las infraestructuras en situaciones significativas de la vida cotidiana de la escuela, la cosa no irá bien. Así pues, desde esta otra perspectiva nos encontramos de nuevo ante un mínimo imprescindible.
3. Y el ámbito que ahora analizaremos: contar con la formación idónea del profesorado en competencias TIC. Si los profesores no tienen la formación necesaria, nada de lo anterior servirá. Es por esto que la formación TIC del educador es la pieza clave del proyecto. A menudo se pasa por alto este factor y conlleva, sin remisión, al fracaso del plan de integración.
Ésta última es el área que “cierra”, completa el círculo para lograr una exitosa y duradera transformación hacia el nuevo presente de un centro.
Si conseguimos combinar gradualmente, pero sin pausa, estos tres aspectos: infraestructura, recursos educativos y formación de los docentes, el éxito del plan es más fácil de conseguir, lo que no significa, ni por un momento, que debamos dejar de trabajar y cuidar cada aspecto con el máximo mimo.
ÁMBITOS CLAVE DEL PLAN TIC
A lo largo del curso hemos ido definiendo:
nuestro rol,
los diferentes elementos (físicos y de contenidos) necesarios para poder introducir y consolidar las TIC en el centro,
la difusión externa y
los estilos didácticos que se entretejen en este cambio tan importante dentro de nuestra forma de funcionar a nivel profesional.
Pero hasta ahora no habíamos entrado en el elemento clave, estratégico, que nos permitirá desarrollar y consolidar con éxito todo lo que hemos ido conociendo y “soñando” para el futuro de nuestro centro: la capacitación e implicación de nuestros compañeros docentes, el equipo que nos llevará al éxito, al fracaso, al crecimiento sostenido o al estancamiento.
Si analizamos cualquier plan coherente de introducción de las TIC en un centro veremos que pasa, necesariamente, por organizar y coordinar tres aspectos claves:
1. Contar con la infraestructura necesaria:
ya sea de elementos hardware,
software y
resto de equipamientos.
Sin la base tecnológica el proyecto no puede realizarse. Sin medios diríamos que no hay nada que hacer, ya de entrada. Es un elemento “sine qua non”.
2. Disponer de los recursos educativos, es decir:
sin una base de contenidos y experiencias educativas definidas para utilizar las TIC en contextos de enseñanza-aprendizaje curriculares y para-curriculares, el proyecto no podrá funcionar. Es la famosa pregunta sin resolver que se vive en algunos centros de ¿ordenadores para qué? Si no se pueden utilizar las infraestructuras en situaciones significativas de la vida cotidiana de la escuela, la cosa no irá bien. Así pues, desde esta otra perspectiva nos encontramos de nuevo ante un mínimo imprescindible.
3. Y el ámbito que ahora analizaremos: contar con la formación idónea del profesorado en competencias TIC. Si los profesores no tienen la formación necesaria, nada de lo anterior servirá. Es por esto que la formación TIC del educador es la pieza clave del proyecto. A menudo se pasa por alto este factor y conlleva, sin remisión, al fracaso del plan de integración.
Ésta última es el área que “cierra”, completa el círculo para lograr una exitosa y duradera transformación hacia el nuevo presente de un centro.
Si conseguimos combinar gradualmente, pero sin pausa, estos tres aspectos: infraestructura, recursos educativos y formación de los docentes, el éxito del plan es más fácil de conseguir, lo que no significa, ni por un momento, que debamos dejar de trabajar y cuidar cada aspecto con el máximo mimo.
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